La Atención Amorosa a Dios |
Sobre la oración personal fuera de la
capilla, el P. Félix la reducía a lo que él llamaba la
ATENCIÓN ATENCIÓN AMOROSA A DIOS:
- ¿Conocen los
girasoles? - Sí. - Bueno, pues así como esta flor se
enfoca hacia el sol desde que amanece hasta que anochece, así
nuestro corazón puede estar buscando a Dios todo el día, y eso
es la ATENCIÓN AMOROSA A DIOS.
"La atención amorosa es estar mirando a Dios
nuestro Padre. Pero al mirarlo nosotros El también nos mira; y
hoy quisiera escribirles algo sobre esa mirada del
Padre:
"Esa mirada ha estado sobre mí desde
siempre, porque es la mirada de Dios y estará sobre mí durante
los siglos eternos. Esa mirada me infunde alegría, fortaleza y
confianza, me da valor y me sostiene. Me dice: ¡Ama!
¡Ven! ¡Sube hasta mí y háblame, porque eres mi hijo amado!
Otras veces me dice: ¡Silencio! ¡Calla! ¡Escúchame!
Otras veces me dice: Sé humilde, sé pequeñito ante mí. Y me
convida y me acompaña y jamás me deja solo. Esa mirada es mi
cielo en la tierra: me calienta, me refresca, me da vida, me
mata y me resucita a la vez. Es la mirada de todo un
Dios, que me arrebata de este mundo y se lleva mi alma en pos
de sí. Y si caigo en pequeñas faltas, esa mirada me punza como
una espina y me purifica y me limpia, porque es AMOR. Y
mi alma queda más cerca que antes del corazón de Dios, que la
quiere toda suya. ¡Oh mi mirada del Padre, mirada de
amor, no te apartes de mí y de mis hermanos! ¡Haznos
puros, amantes, felices y santos!"
"La ATENCIÓN AMOROSA A DIOS, es un
enamoramiento de Dios, es una pasión fuerte, es no poderse
olvidar ni del Padre, ni de Jesús, ni del Espíritu
Santo." |
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Sacrificio |
"Jesús nos dice que si queremos ser sus
discípulos tenemos que seguirlo cargando la "cruz de cada
día". Así que sin cruz, no podemos seguir a Jesús. Pero esa
cruz diaria no consiste en hacer penitencias, sino en ofrecer
a Dios con amor todo lo que nos cuesta: la observancia
religiosa, la paciencia con los demás, el cumplimiento fiel de
todos nuestros deberes, la oración cuando estamos en tiempo de
aridez espiritual, al vencer las tentaciones para cumplir los
mandamientos de Dios. Todo eso es "la cruz de cada
día".
"Ser sacrificados es decir muchas veces durante
el día: "Nada para mí, todo para Jesús".
"Lo más
perfecto que les puedo aconsejar acerca de esto, es lo que
señala nuestra espiritualidad: Ser víctimas en unión de Jesús,
que se ofreció siempre al Padre, movido por el gran amor que
el Espíritu Santo había derramado en
él.
"¿Entienden lo
que es la Espiritualidad de la Cruz? Bueno, pues esto es
ser sacrificados, esto es ir cargando siempre la cruz con
Jesús." |
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El Padre |
Un día, un novicio le preguntó al P.
Félix: - ¿Porqué no nos escribe un
libro sobre la devoción al Padre? Así conservaríamos por
escrito todo lo que usted nos ha predicado sobre esto, que
usted considera lo más importante...
El P. Félix respondió: - No es
necesario hijo, ese libro ya está escrito: se llama el
EVANGELIO.
"Realmente
¿Podemos llamarnos discípulos de Jesús si
nuestro amor no es para el Padre? Y realmente, ¿necesitamos
otro libro además del Evangelio para aprender esta
verdad?
"La vida de un Misionero (del Espíritu
Santo) consiste en copiar la de nuestro amado Jesús, viviendo
con El en el Padre: "Yo estoy en el Padre y el Padre está en
mí". Jn. 14.10
"La unión con Jesús para ir al Padre bajo la
moción de su Espíritu es el centro de toda nuestra vida
espiritual. Pero no perdamos de visa que es el Padre quien
primero nos lleva a Jesús: "Nadie viene a mí si mi Padre no lo
trae". Jn. 6.44
"Den las gracias al padre amadísimo por tantos
favores. El nos envió a Jesús, y el nos envió al Espíritu
Santo (Jn 14:24; 16). Todo lo debemos al Padre... El nos dio
también a María como Madre nuestra. Y nos dio el don de
nuestra vocación, y con ella tantos
favores.
"No dudo que el Espíritu Santo es quien me
orienta más y más hacia el Divino Padre, porque el Espíritu
Santo es quien va haciendo de cada uno de nosotros una copia
de Jesús." |
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El Hijo |
"La unión con Jesús, para ir al Padre,
bajo la moción del Espíritu Santo, es el centro de toda
nuestra vida espiritual.
"Si no llegamos a la unión íntima con
Cristo, no realizaremos la voluntad de Dios. Nuestra
vida, amados hijos, hasta nuestro último suspiro, no debe ser
otra cosa que continuar la acción de Jesús, la obra de Jesús,
bajo su amoroso impulso.
"Copiar a Jesús, transformarnos en El, es el
ideal de los ideales; lo demás no tiene importancia.
A cuatro jóvenes que tomaron el hábito de
Misioneros del Espíritu Santo, padre Félix, les dice:
"Nuestro hábito dice mucho, porque lleva la
inscripción: JHS, que significa JESÚS SALVADOR DE LOS
HOMBRES. Eso indica su misión y su ideal. Están
destinados por Dios a salvar miles y miles de almas. Y ya les
han contado, no diré lo que son, sino lo que desean ser los
Misioneros del Espíritu Santo. Están llamados a ser lo
que fue Jesús, para la gloria del Padre. Cuando uno es otro
Jesús, es de verdad Salvador... Así que ustedes deben decir
con frecuencia: Quiero ser otro Jesús, cueste lo que
cueste. A eso han venido aquí a trabajar para ser otro
Jesús.
"Nuestro camino es Jesús crucificado. Sea
usted como una hostia consagrada: llena de Jesús, nuestro
Maestro y modelo. Un Misionero del Espíritu Santo deber ser
mártir voluntario, aceptar cualquier cruz por amor a Jesús,
mártir de su deber hasta la muerte, mártir de su apostolado
hasta recibir la corona. Eso es ser una copia de Jesús.
"¡Dios, Dios, Dios!... les he repetido miles
de veces y ahora digo también con mucha frecuencia: ¡Jesús,
Jesús, Jesús!... Y al decir JESÚS, veo todo lo que El ha hecho
por nosotros... Por amor a cada uno El lo dio todo...
¿No es justo darnos a El
y amarlo sin medida?
"¡Más Sagrario, hijos míos, más Sagrario en
cada uno de nuestro días!
"Nuestra espiritualidad es de amor a Jesús
Sacramentado. Guardamos nuestro corazón en el Sagrario, junto
al corazón de fuego de Jesús, para que nos encienda en su
fuego y en su amor." |
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El Espíritu Santo |
El padre Félix explicaba muchas veces
porqué el símbolo del Espíritu Santo (la Paloma), está sobre
la Cruz
y sobre el corazón de Cristo en el emblema de las Obras de la
Cruz, y al hacerlo se refería siempre al texto de la Carta
de los hebreos: "Por medio del Espíritu Santo, Cristo se
ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha". Heb.
9.14
"¿Qué
fue lo más esencial en la vida de Jesús? Ser dócil al Espíritu
Santo para cumplir en todo la voluntad del Divino
Padre.
"Pues esto es también lo esencial en nuestra
vida. Ustedes serán verdaderos religiosos si el día de
su muerte pueden decir con verdad: Padre, desde que entré al
noviciado, nunca quise hacer mi voluntad, sino siempre la
tuya, con la luz y fuerza del Espíritu Santo.
"Queridos hijos, consideren su vocación tan
sublime, y préstense de veras para que el Espíritu Santo
habite en sus almas y las posea plenamente.
"Bajo el impulso del Espíritu Santo
imitaremos a Jesús, en su amor obediente al Padre y en su amor
humilde a los hombres.
"Conscientes de que sólo puede
transformarnos en Cristo el Espíritu Santo, nos consagraremos
a El y seremos dóciles a sus inspiraciones.
"Predestinados a reproducir la imagen del
Hijo, nos dejaremos guiar por el Espíritu Santo hasta ser
transformados en Jesús crucificado. Sólo este Espíritu
Divino que habita en nuestros corazones nos transformará en
ofrenda permanente junto con Jesús, y nos llevará al
conocimiento pleno del misterio de Dios y de la Cruz.
Por eso nuestra vocación nos consagra de manera especial al
Espíritu Santo y nos pide que seamos devotísimos de este
Divino Espíritu." |
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María |
"Buscamos la voluntad de Dios, y en
primer lugar hay que buscarla en la línea del amor.
¿Y qué nos pide en esta
línea? Que lo amemos a El con todo nuestro corazón, con
toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas; pero también a
las creaturas, sobre todo a la que El más amó. Aquí entra en
primer lugar la Madre Santísima de Jesús.
"En el amor a María, nuestro modelo es
Jesús.
"Cuando participe en la Eucaristía, ocupe un
lugar bien cerca de la madre de Jesús, allí al pie de la Cruz,
donde estaba San Juan. Ella le enseñará como debe
ofrecer ese santo sacrificio.
"Gánese desde esta vida, en el corazón de
María, el puesto que quiere ocupar en él durante toda la
eternidad.
"Oh María, mi amadísima Madre, me consagro a
ti con todas las energías de mi alma. Hoy, mañana, y
todos los días de mi vida quiero ser tuyo, quiero unir
íntimamente mi vida a la tuya, y tratar de imitarte en tu
amor, en tu pureza, y en tu humildad."
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